El Convento San José es un proyecto en colaboración con Adan Lozano, para la comunidad de las Discípulas Nuestro Señor Jesucristo, originaria de Amarillo, Texas. Esta comunidad decidió abrir una nueva sede en Nuevo León, con el propósito de ofrecer sus servicios a la comunidad local. Ubicado en un terreno de 18,000 m2, el complejo se divide en dos áreas distintas: el espacio público y el espacio privado.

El área pública es el lugar donde las discípulas brindan atención a externos y comprende espacios como la capilla, la sacristía, el comedor, las salas de reuniones y las oficinas. Por otro lado, el área privada es la zona es el lugar de residencia del grupo y desarrollan sus actividades diarias. Esto incluye sus habitaciones privadas, habitaciones comunales para recibir a personas necesitadas, servicios médicos, cocina, comedor, áreas de estar, biblioteca, sala de cómputo, sala de juegos y espacios de retiro. Ambas áreas están conectadas a través de un patio central que permite la comunicación entre todos los espacios dentro del edificio.

Una de las premisas de diseño fue que la arquitectura no compitiera con el entorno del sitio. Como resultado, se optó por un diseño funcional y minimalista que utiliza materiales de la región como la madera, el cristal y block aislado, además de incorporar espejos de agua. Obteniendo así un edificio con espacios que fomentan una interacción libre dentro del complejo, que al mismo tiempo mantiene una apariencia discreta desde el exterior.